En Boston, la ciudad más brexitera del Reino Unido, está calando el discurso antiinmigración de Nigel Farage. Los ciudadanos lo ven como una solución al elevado número de extranjeros, que es del 26%. Su partido, Reform UK, está a dos puntos de los conservadores.

Boston es una ciudad de 35.000 habitantes al este de Inglaterra, a 200 kilómetros de Londres y es la ciudad más brexitera del Reino Unido. El 75 por ciento votó por el Brexit en 2016. Ahora, ocho años después, está calando el mensaje de Nigel Farage y su partido, llamado Reform UK, pero que antes fue el UKIP. Con un mensaje antiinmigración está tercero en las encuestas para las elecciones del 4 de julio, a solo dos puntos de los conservadores, a los que está quitando votantes.

El particular sistema electoral británico por acumulación de voto provoca que Reform UK tenga el 18 por ciento de la intención de voto, pero cero escaños (de 650), aunque algunas encuestas le dan alguno. Mientras que los conservadores, con el 20 por ciento, obtendrían 53 parlamentarios.

“Lo estamos pasando mal”

Las calles de Boston, en Lincolnshire, están llenas de rumanos y búlgaros que no hablan inglés. La inmigración alcanza el 26%. Votaron Brexit porque había muchos polacos, lituanos y letones. Ahora estos se han marchado y en los últimos años han llegado rumanos y búlgaros, en su mayoría de etnia gitana.

David Street es un residente de Boston que votó Brexit en 2016 pero luego se arrepintió. Dice que la situación es un “verdadero desastre”. Pese a esto es un seguidor de Farage. “Creo que [Farage] es magnífico, pero no creo que pueda dirigir el país. Creo que es un gran orador y lo que dice tiene mucho sentido. Pero va demasiado lejos a veces, sus posicionamientos son demasiado duros y dice lo que nadie se atreve a decir. Lo tachan de racista, pero no lo es, solo lo mira todo. Creo que hace falta un cambio”, estima.

“Aquí la inmigración es muy grande y lo estamos pasando mal. Viene mucha gente y no pasa nada porque vengan, pero hay que poner límites”, dice. Y añade: “No puedo conseguir una cita con el dentista, el Servicio Nacional de Salud no funciona. Conseguir una con un dentista es una pesadilla. Creo que tienen demasiados pacientes. Ese es el problema”.  

También Adrian Pocklington votó Brexit y lamenta que “[Reform UK] en las últimas elecciones consiguieron muchos votos, pero solo un escaño. En más de 600 escaños solo consiguieron uno, alguien que fue apartado e ignorado. No creo que ahora tenga opciones tampoco”.

“Un pony con un solo truco”

Steve Ridding, inglés europeísta, está de visita en la ciudad. Cree que el Brexit es una creación de los conservadores para esconder las consecuencias de los recortes y la política de austeridad desde que llegaron al poder en 2010.

“Es el mismo pony con un solo truco. Farage y Tice están intentando hacer lo mismo que con el Brexit. Reform no es un partido político, no está registrado como un partido político, está registrado como una compañía limitada. Y Nigel Farage tiene un sueldo en esa compañía limitada. Creo que leí que es el propietario del 59 por ciento de esa compañía”, explica.

¿Es un negocio para él? “Sí, cuando alguien da dinero, va a parar a esa compañía. No es como el dinero que se dona a un partido político y se invierte en ese partido. Nadie le ha preguntado pero Farage tiene la residencia en Bélgica. Tiene nacionalidad belga. Y también consiguió la nacionalidad alemana para sus hijos. La solicitó justo después del Brexit”, prosigue. Y afirma que “el Brexit es el mayor actor de autolesión que ningún país ha cometido nunca”.

“Espero que no gane, pero se presenta en distritos donde tiene posibilidad. Solo espero que la gente se dé cuenta de que es un pony con un solo truco y que es un estafador”, enfatiza Ridding. Cree que se está repitiendo la historia previa al Brexit: “[Reform UK] se está quedando con votos de los conservadores como sucedió con Cameron que se vio forzado a convocar el referéndum porque tenía miedo del entonces partido del UKIP. Y Reform es lo mismo que UKIP”, subraya. La diferencia es que ahora los conservadores no tienen opciones.

Calcado al discurso del Brexit

Por su parte, Mark Phillips, profesor del Boston College, explica que “Reform UK es una bandera o pancarta para la gente a la que no le gustan los extranjeros y desafortunadamente en un pueblo como este tienen mucho que decir porque la gente aquí está particularmente educada o culturizada y por desgracia es más fácil izar su bandera”.

El discurso de Farage parece calcado al del Brexit. “Es bastante lo mismo, aunque de alguna manera es peor porque contiene más ideología de derecha, una lástima. Para ser honesto no creo que vayan a avanzar mucho en estas elecciones porque la gente ha visto cuál era su bandera y se ha dado cuenta de que este era un pueblo vibrante y ahora se está muriendo”, dice Phillips.