¿Es hablar de videojuegos el mejor trabajo del mundo? Así lo parece y, como reconocemos aquellos que nos dedicamos a ello, así lo es… Ahora bien, como en todos los trabajos, hay mucho más allá de la simple apariencia y hay mucha historia que contar. En concreto, la del periodismo de videojuegos en España, la ha recogido con mucho esfuerzo y valentía el compañero David Martínez en De Micro Hobby a Youtube, editado por Dolmen Games.
David Martínez como él mismo reconoce, tiene un currículum que podría parecer de agente secreto: ha pilotado tanques y helicópteros, ha recorrido la bahía de Vancouver en una zodiac en busca de ballenas, pilotado un R8 por Montmeló o también ha jugado un partido de fútbol con Ruud Gullit. Pero no toda su carrera (y la de la prensa de videojuegos) está vestida de glamour: “Tengo el mejor peor trabajo del mundo”. Detrás está la historia de unos pioneros que tuvieron que inventar cómo contar y analizar los videojuegos en un momento (los 80) donde la tecnología no ayudaba mucho y donde, casi al mismo tiempo que la prensa especializada, estaba toda una industria por nacer y madurar.
Con el responsable de la web de Hobby Consolas ponemos la realidad del periodismo de videojuegos frente a un espejo no siempre agradecido, por momentos deformante, y que nos llevará a la madriguera del Conejo Blanco en el País de las Maravillas o al castillo de Ciudad Esmeralda donde se ocultan los secretos del Mago de Oz.
Viendo nuestra industria cultural preferida desde esta misma perspectiva, pero con alcance más global, os recomendamos también Muerte por un videojuego del también periodista Simon Parkin (Ed. Turner).
Y sin dejar los 80, recordamos al maestro John Carpenter y al señor Kurt Russell con uno de sus merecidos fracasos en taquilla: Golpe en la pequeña China, una delicatessen para el devorador de cine cutre Rubén Luengo (Efecto Flú).