En este V Domingo de Cuaresma, Monseñor Carlos Castillo recordó que Jesús ha venido para sellar una nueva alianza con el hombre que se inscribe en el corazón, sin ningún tipo de condicionamiento, sin holocaustos ni sacrificios: «simplemente tenemos que dejarnos llevar por su amor, el sentido y el Espíritu del perdón, de tal manera que, dejándonos llevar por ese Espíritu y dejándolo entrar, nuestra vida se convertirá en una comprensión y conocimiento de Dios. A través de la Cruz del amor, podemos aprender, pedagógicamente, a salir adelante, deponiendo los intereses y las ambiciones para que surja una solidaridad verdadera y un servicio verdadero», reflexionó durante su homilía.