Hija del duque de Milán, asesinado por una conspiración, casada a los 15 años con un hombre al que no conocía y convertida en condesa de Forlí y señora de Ímola, aprendió cómo manejarse en los salones de Roma y el Vaticano, donde reinaban la sutileza y el refinamiento, pero también la crueldad y la lucha por el poder. Vio cómo su marido, gracias al apoyo de su tío, el Papa Sixto IV, instigaba guerras sangrientas y desplegaba su ambición por dominar cada vez más territorios. A la muerte del Papa, la facción enemiga de su marido amenazaba con acabar con la familia, pero Caterina ocupó el Castel Sant'Angelo, la impresionante fortaleza romana, en nombre de los Sforza. Así, con solo 20 años, se enfrentó a todos los poderes de Roma y se ganó el respeto de los italianos, que empezaron a referirse a ella con el título de virago. Y poco a poco fue asumiendo el poder que su marido no sabía ejercer, con una astucia y una firmeza legendarias. Y con la misma crueldad que cualquiera de los poderosos de su tiempo.
Nos acompaña en este viaje por la vida de Caterina Sforza la doctora en historia Vanesa de Cruz Medina, actualmente investigadora en el departamento de Historia del Arte de la Universidad de Castilla la Mancha, que lleva 20 años investigando en historia de las mujeres.