Van Morrison pronto adquirió el carácter reservado y poco sociable de su padre, y su amor por los discos de jazz, blues, góspel y country, que compraba de importación y atesoraba como si fueran el Santo Grial: en el gramófono familiar, el pequeño Van tuvo el raro privilegio para la época de escuchar a cualquier hora grabaciones de Mahalia Jackson, Muddy Waters, Hank Williams, Charlie Parker, Howlin’ Wolf, John Lee Hooker, Sonny Boy Williamson o Woody Guthrie, artistas que marcarían su vida tanto como el carácter y las creencias evangélicas de sus padres. En sus primeros discos con el grupo Them, Van Morrison recordó aquellas experiencias tempranas de inmersión en el viejo rhythm and blues.
Escuchar audio