¿Puede el abrazo de una niña cambiar el rumbo de una vida? Sí puede. El abrazo de Helena me ha hecho cambiar de idea. El abrazo de Helena me ha dicho que no me rinda, que siga, que saque adelante mi sueño: una academia de idiomas en el corazón de Galicia, en Palas de Rey.
Nuestra academia, por circunstancias de la vida, se ha convertido temporalmente en una academia online hasta que todo vuelva a la normalidad. ¿Volveremos algún día a la normalidad? ¿tiene sentido hacerse tal pregunta?, probablemente no, pero todos buscamos respuestas y para obtenerlas, primero tenemos que hacernos preguntas, preguntas adecuadas, apropiadas, meditadas.
Volviendo a Helena. Esta niña de ojos negros, despierta, inteligente, amable, empática, cariñosa, trabajadora, generosa, y valiente me dio un abrazo al despedirse en nuestra última clase. Ese abrazo me dio energía, me dio fuerza y me dio esperanza.
Helena y otros niños y niñas de Palas de Rey son el futuro. Si estos niños y niñas crecen rodeados de adultos que transmitan amabilidad, empatía, cariño, valores como el trabajo y el esfuerzo diario, generosidad y valentía ante los contratiempos de la vida, serán adultos libres, pensarán por sí mismos y convertirán este planeta en un lugar mejor.
Porque la vida no es siempre de color rosa, pero nada nos impide mirarla con gafas de sol, si me permiten la expresión. Mis gafas de sol vienen de una óptica de Monterroso. José Luis me las vendió, un hombre amabilísimo. Mi hijo se las puso un día y dijo: ¡Mami, se ve todo azul! Pues así veo yo la vida, especialmente cuando no es rosa. No la veo azul, la veo verde, la veo amarilla, la veo blanca, la veo naranja, la veo morada, la veo del color que quiero verla porque cada uno ve y oye lo que quiere ver y lo que quiere oír.
Yo elijo ver con los ojos de Helena, con los ojos de mi hijo y con los ojos de muchos niños y niñas de Palas de Rey, con ojos de esperanza. Esperanza en el futuro. Días mejores vendrán y de este podcast se acordarán. Y recordarán que la esperanza puede mover montañas y conciencias. Esperen, no desesperen. Y sigan adelante. Buen lunes a todos desde el corazón de Galicia.