Tengamos un equilibrio visible entre nuestra determinación y nuestra actitud. Entre nuestro carácter y nuestra luz. Optemos por reflejar la vida de Jesús de manera genuina. Amemos sin mascaras, perdonemos sin tardanza, sonriamos con ternura y vivamos abrazados a Su palabra.
• Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 2 Pedro 1:5-7