Conocerás el amargo sabor del dolor, pensarás que el amor no fue hecho a tu estatura y que quizá las bendiciones de Dios no alcancen tu medida. Las palabras comprometedoras serán como hilos que vuelan al vacío y las promesas como hojas que caen y se olvidan.

Solemos hundirnos en el mar de nuestras ansiedades y frustrarnos ante el espejo de nuestros complejos. Nos ahogamos en la frialdad de las trivialidades que nos mantienen atados entre las paredes de nuestros abismos.

Siempre será más fácil cederle el paso al temor antes que al amor, a la duda primero que a la fe. Difícil “creer” que todo mejorará cuando nada parecer estar bien. Cuando todo parece perdido, incluso nosotros mismos

Frente al lente por el cual disminuye la intensidad de la vida y las luces se apagan, donde se revitalizan las coordenadas, y se precisa un nuevo despertar, en el capítulo en el que muchos escribieron que estarían y ya no están.

Es justo el momento en que te das cuenta que la oscuridad también es un túnel que puede – aclarar – los callejones donde vacilan los sentimientos y se desvían los pensamientos.

Su paz es sinónimo de estabilidad; en ese momento no subestima su poder, tan solo prueba tu fe. Y aún no lo sientas, ya sea que lo único que escuches sea el respirar de su silencio, Él está. ¡Confía! Con tan solo un susurro de su fe y un toque de su poder tu vida puede cambiar. ¡Decide creer, remonta tus alas a la fe!

'Mi vida es un error’ esa puede ser la frase continua de quien no encuentra sentido y propósito en su existencia. Creérselo podría ser el comienzo de un trayecto de traumas, insatisfacción, molestia y oscuridad. Sin embargo, tu no eres tus circunstancias, ni tus heridas, ni parte del problema que hoy está queriendo destrozar tu puerta.

En ese lugar divino encontraremos el auxilio para recuperar las fuerzas y recibir la victoria que ya se nos ha concedido. ¿Esto también pasará? Por supuesto que sí, Jesús lo aseguró.

Su palabra no falla.? Juan 16:33

Confiad, yo he vencido al mundo.

Caminar con Jesús significa rehusarse a querer tomar atajos o transitar por otras veredas cuesta abajo. Caminar de Su mano es equivalente a vivir una vida con intención, con la idea de dejar huellas perdurables y de ser la causa por la que otros quieran fundamentar una relación viable con Él. Caminar con Jesús es reconocer el poder exorbitante que se manifiesta en nuestra vida cuando le amamos sin reservas.

Cerrar ciclos. Pasar páginas. Olvidar y apagar.

Saldar las deudas del corazón y continuar, pero con verdadera pasión.

La vida se compone de etapas, de ruinas y de éxtasis, de sufrimientos y recuerdos, de sonrisas y caricias, de promesas cumplidas y el resto por cumplir. La vida continúa. El tiempo no nos espera. ¿En qué momento soltarás aquello que no te cabe en el equipaje? ¿En qué punto del camino le dirás "Sí" a Dios y le harás hogar en tu corazón?

Luego de la noche más oscura alumbra un amanecer impresionante, después de la prueba más dura Dios nos regala una esperanza incomparable. Su gracia está en los nuevos comienzos, en los detalles y en las oportunidades.

Es un buen día para volver a empezar. HOY NO ES UN DIA IGUAL.