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Los efectos de un invierno poco convencional en Canadá pueden ser observados por estos días.
Si bien la estación de la nieve, con precipitaciones periódicas y frecuentes, comenzó de manera relativamente tardía, avanzado ya el mes de diciembre, la mezcla inhabitual de nieve, lluvia, lluvia helada y las variaciones en la temperatura hicieron de este un invierno que pone a prueba el buen talante de los habitantes y su destreza para hacer frente a las adversidades climáticas.
En lo que va del invierno, las personas debieron soportar cambios bruscos en las condiciones climáticas, que no sólo aumentaron el peligro de colisiones en el tránsito, como ocurrió recientemente en las afueras de la Ciudad de Quebec, sobre la autopista 40, una de las más importantes del país, que bajo el nombre de Ruta Transcanadiense atraviesa el territorio de este a oeste.
Un choque en cadena paralizó la autopista 40. Foto: Radio-Canada/Courtoisie / Jérôme Mottard
Al mismo tiempo, los propios peatones se ven obligados, aún en pleno centro de la ciudad, a circular sobre aceras cubiertas por gruesas capas de hielo, más cercanas a una pista de patinaje que a un sendero sobre el que se pueda caminar.
Las caídas, con sus consiguientes golpes, torceduras de articulaciones y músculos y, más grave aún, fracturas de huesos suelen incrementarse en condiciones tales, y este año no fue una excepción.
La imagen bien podría servir para un concurso titulado "encuentre la acera". Foto: iStock.
Conducir no es fácil
Cada mes de diciembre y hasta abril inclusive, los canadienses deben equipar a sus vehículos con neumáticos de invierno, diseñados para reducir los peligros de deslizamiento por falta de adherencia, debido a la presencia de hielo en las vías de circulación.
Son muchos, también, los que enchufan sus autos a un tomacorriente ubicado en el exterior de los edificios, para evitar que el frío intenso espese o “congele" los aceites o descargue la batería, agregando más problemas al conductor.
La visibilidad y la adherencia son menores durante una tormenta invernal. Foto: iStock.
En algunos casos, los modelos más nuevos de autos se encuentran cubiertos con una pintura especial, que hace que la nieve y el granizo resbalen y no se amontone sobre la carrocería.
Una residente de la región de Monteregie, ubicada en el sur de la provincia de Quebec, lanzó una petición a través de Internet, para que las estaciones de servicio pongan a disposición de sus clientes dispositivos de reabastecimiento de líquido para parabrisas.
Se trata de otro de los productos que “no pueden faltar en el bolsillo” del automovilista. Ese líquido permite limpiar más fácilmente la nieve y la escarcha que suelen adherirse a los vidrios del rodado durante la época invernal y que, de no ser removidos, pueden bloquear o al menos entorpecer la visión.
Una petición para reducir la acumulación de recipientes de líquido limpia parabrisas. Foto: iStock.
La persona que lanzó la petición dijo que el consumo de bidones de plástico que contienen la sustancia es demasiado elevado. Según pudo averiguar Alexandra Lamontagne, los 5,5 millones de autos que circulan en la provincia de Quebec usan un promedio de 4 bidones por temporada, lo que eleva el consumo total de esos recipientes plásticos a 22 millones de unidades.
Según la mujer, si las estaciones de combustible permitieran a sus usuarios la recarga del producto, ayudarían a evitar la acumulación de recipientes que en algunos casos no son reciclables.
El invierno aún está aquí
Environnement Canada, la agencia que se encarga de las cuestiones climáticas y ambientales, publicó el viernes nuevas alertas por lluvia helada y de tormenta invernal ...