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Un nuevo informe muestra desequilibrios importantes en la inserción laboral de los refugiados llegados a Canadá entre en las últimas 3 décadas.
El documento, difundido el lunes 11 de marzo por la agencia canadiense de estadísticas, abarca a 830.000 refugiados provenientes de 13 países distintos, que llegaron a suelo canadiense entre 1980 y 2009.
Según el reporte, la cifra de personas que lograron un empleo a tiempo completo, durante los primeros 5 años en el país, varía entre el 75 y 44 por ciento, según su procedencia, educación, conocimiento lingüístico y género.
Una familia de refugiado sirios en Ontario. THE CANADIAN PRESS/Frank Gunn
Las 13 naciones incluidas en el texto son Afganistán, China, Colombia, El Salvador, Etiopía, las ex Yugoslavia, Irán, Irak, Paquistán, Polonia, Somalia y Sri Lanka, así como Camboya, Vietnam y Laos, que son considerados en conjunto.
Los datos muestran que la tasa de empleo difiere significativamente según la clasificación en grupos de los refugiados.
En el caso de la ex Yugoslavia, el 80,4 por ciento de los hombres logró un trabajo estable en los primeros 5 años, mientras que la cifra para las mujeres llega es del 72,1 por ciento.
En segundo lugar se ubica China, con 81,6 y 73 por ciento respectivamente.
En los dos últimos años, muchos refugiados llegaron a través de la frontera con Estados Unidos. .THE CANADIAN PRESS/Ryan Remiorz
Entre los países latinoamericanos considerados, las personas provenientes de Colombia lograron su entrada al mercado laboral durante los primeros 5 años en un 76,5 por ciento de los casos para los hombres y 65,8 para las mujeres.
Los salvadoreños se encuentran un poco más abajo, con 71,1 por ciento de la mano de obra masculina y 51,4 por ciento en lo referente al trabajo femenino.
En la parte baja de la tabla se encuentra Somalia, con 44 por ciento y 21,4 por ciento de inserción laboral para hombres y mujeres respectivamente.
Diferencias salariales
El análisis producido por la propia agencia de estadísticas sostiene que la variación salarial entre los 13 grupos seleccionados “es enorme” (punto 4.3.1 del documento).
Diez años después de su llegada a Canadá, los refugiados hombres con empleo lograron ingresos que van desde los 45.000 dólares anuales (Colombia, ex Yugoslavia y Polonia) a menos de 28.500 (Somalia, Afganistán, Paquistán y China).
Una lectura rápida permite observar que las personas refugiadas con ingresos más altos ganan 1.9 veces más que los que perciben las retribuciones más bajas.
Assam Hadhad, logró abrir su propio negocio un año después de llegar al país. THE CANADIAN PRESS/Andrew Vaughan
En el caso de las mujeres, los ingresos resultaron sustancialmente más reducidos.
Los salarios más altos rondan los 33.000 dólares (nuevamente para Colombia, las ex Yugoslavia y Polonia), mientras que los más bajos se ubican en 20.000 dólares (Paquistán, China, Somalia y Etiopia).
Tras 5 años de residencia aquí, el salario promedio de las mujeres se ubicó en 19.100 dólares, mientras que fue de 27.000 para los hombres, considerando a los 13 orígenes en conjunto.
Las fluctuaciones tanto en inserción laboral como en salarios percibidos son explicadas por el informe en relación con las características que diferencian a los refugiados, principalmente en su nivel de educación y en el idioma que hablaban al momento de su ingreso a Canadá.
Niveles bajos de educación fueron constatados en las personas provenientes de Vietnam, Camboya, Laos, Sri Lanka, Etiopía, El Salvador, Somalia y China.
Razak Iyal arriesgó su vida para entrar al país. Sus manos y pies se congelaron y perdió sus dedos.