La mañana del 11 de enero de 1554, dos semanas después de ocurrido, llegó a Santiago la noticia de la derrota y muerte de Pedro de Valdivia a manos de los Mapuche.

En Santiago hubo gran expectación y miedo, y de inmediato se reunió el cabildo que tenía el deber de abrir el testamento del conquistador y hacerlo cumplir, pero el procurador de la ciudad, Santiago de Azócar, ocultó el documento que nombraba como sucesor a Jerónimo de Alderete.

Azocar en cambio pidió que se proclamara a Rodrigo de Quiroga, lo que fue ratificado por el alcalde y los regidores, pero más adelante causaría un serio conflicto luego de que se destapara la verdad.