El Salmo 8 es un hermoso canto de alabanza que nos lleva a reflexionar sobre la majestad de Dios y la posición privilegiada que Él ha dado al ser humano en Su creación.
David, inspirado por la inmensidad del cielo nocturno, expresa su asombro ante la grandeza de Dios y se hace una pregunta clave: "¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria?".
A través de este salmo, podemos ver tres grandes verdades:
La gloria de Dios en la creación
La gloria de la humildad del hombre,
El dominio del hombre sobre la creación