Vivimos en una cultura llena de tradiciones religiosas que muchas veces se celebran sin entendimiento. Tal es el caso de la Semana Santa, que para muchos representa solo vacaciones, comida específica o días de descanso, pero no un verdadero tiempo de adoración.
Al convertirnos a Cristo, solemos alejarnos de ritos religiosos vacíos, a veces al grado de despreciar toda conmemoración. Sin embargo, ciertas fechas como Navidad o Semana Santa no deben ser rechazadas automáticamente, ya que pueden ser momentos valiosos para recordar y proclamar la obra redentora de Cristo, especialmente su resurrección.
La verdadera celebración de la Semana Santa no se basa en ritos externos, sino en una adoración interna y continua. Esta semana es especial porque recuerda no solo la muerte de Cristo, sino el evento culminante: su resurrección, sin la cual no habría evangelio, salvación ni esperanza eterna.
Hoy estudiaremos dos puntos para entender mas sobre esta hermosa resurrección y su significado para los creyentes
1. La evidencia de la Iglesia
2. La evidencia de las Escrituras