Siempre he sentido la necesidad de estar en un entorno familiar y conocido, un lugar donde echar raíces.
Y esto, a nivel práctico, ha limitado mi vida: sentir que no encajas, necesidad constante de buscar mi lugar, miedo a estudiar en el extranjero, no poder vivir fuera de mi barrio…
Cuando era pequeña, el único entorno donde me sentía realmente segura y aceptada era en mi familia, mediante mi papel de niña responsable e hija ‘modelo’.
Con 8 años experimenté mi primera sensación de desarraigo.
Fueron 15 días en un campamento de verano.
Durante el fin de semana intermedio, mis padres me visitaron.
El campamento fue genial, realmente me lo estaba pasando muy bien.
Pero pasar el día con mis padres y ver cómo se iban, fue difícil.
Esa sensación interior, se me quedó marcada para siempre.
Durante mi adolescencia, la necesidad de pertenecer y todas esas emociones se intensificaron.
Es curioso cómo mis fotos cambian radicalmente de la niñez a la adolescencia.
Quizás reflejando una crisis interna que he tardado años en comprender.
Creé mi propia familia, asumiendo un rol que lejos de hacerme sentir bien, afloraba la sensación de marchitarme, de apagar mi luz o de estar fuera de lugar.
Me divorcié y me mudé a otra ciudad intentando encontrar mi lugar en el mundo. En ese lugar comenzó mi proceso de reconstrucción. El aislamiento y la soledad me ayudaron, pero tampoco era mi lugar.
Hoy, después de años de introspección y trabajo personal, he llegado a una conclusión: mi sentido de pertenencia estaba excesivamente ligado a mi familia, al rol que cumplía en ella.
¿Moraleja? Tener siempre presente la importancia de ser un@ mism@ en toda relación, interacción y circunstancia.
Reconstruir mi identidad para destapar mi verdadera esencia; y así, quizás, animar a otras personas a que brillen con luz propia.
Somos Beatriz Santamarina y Laura Murielle, co-creadoras del podcast ‘TuFormadeNoSer’. Visita nuestras cuentas de Instagram para conocernos:
Beatriz Santamarina: @beatrizsantamarinacoach
Laura Murielle: @lm_yoga_therapy