Todo iba bien para WeWork hasta que David Bonilla descubrió sus vergüenzas en su newsletter a comienzos de septiembre. Que se quite el caso Watergate. Fue decirlo Bonilla… y los analistas internacionales empezaron a publicar informes negativos sobre WeWork: que si sus datos eran pura imaginación, que gestión oscura de su CEO…

Al final la cosa acabó mal. CEO expulsado del proyecto y su socio mayoritario intentando levantar el proyecto, pero muy lejos de la valoración e imagen que tenía.

Así que quisimos hablar con David Bonilla para que nos cuente cómo se siente tras hundir WeWork. Y de paso hablar un poco de coworkings, valoraciones de startups y, cómo no, un chisco de su galleguidad, su newsletter la Bonilista y cómo fue la Tarugo Conf.

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