Cerramos ciclo de la única manera posible: con Fernando Simón. Lo repetimos: con Fernando Simón. Una vez más: Fernando Simón. Ya el siguiente con público. Ah, y Nani habla de una lista muy loca que ha encontrado en el internet: 50 señales para saber si eres p*ta. 

Especial sin Quique Peinado (la forma más rastrera de contar que no está en este episodio). Nos venimos arriba como si fuésemos Documentos TV y hablamos de Oriente Próximo. Marruecos y periodismo. Nani habla de la Nani original: Emilia Pardo Bazán. Gema pone la comedia

Hablamos con ella de cómo ha dejado de dar vergüenza ajena ser racista, del poder de la ficción y de su libro 'Y a pesar de todo, aquí estoy'. Hablamos de bautizos, comuniones, ecografías y bolsos. Nani hace u repasito a la invisibilización de las mujeres en las asignaturas de Historia.

De cómo Sálvame se convirtió en un megáfono para cambiar conciencias. Además, seguros de vida, pollos y red flags. Vuelve el Bua y Nani habla de leche materna como forma de agradecimiento social. 

La mitad de Los chikos del maíz nos habla de anorexia y de política. Burque trata de calmar los ánimos y los enciende y Nani habla de lo útil que es la maldad preventiva para las mujeres. 

Una de nuestras periodistas favoritas nos da luz sobre el conflicto en Ceuta. Y para aderezar la intensidad vuelve la policía del perreo. Nani planifica la vuelta a la perreabilidad.

El hombre que fue al espacio, volvió, le nombraron ministro, alguien le insultó en el Congreso y luego le pidió una foto. Nani viene con una sangrienta historia de unas mujeres que perdieron (mucho) las formas, pero no la razón (hasta que sí).

De la majez, de la emoción, nos cuenta su viaje personal a las UCIs y nos devuelve a lo que de verdad importa. Nani le da un buen hachazo al elogio hipócrita de lo virginal en la mujer. 

En la resaca electoral, Gonzo sirve de ibuprofeno. El maestro viene a recordarnos qué era el buenismo bien. Y Henar habla de pederastia. Un festival de comedia. 

Helena Maleno hace un clinic de derechos humanos y Ángels nos comenta el desplante al fascismo de Pablo Iglesias. Y aún nos da tiempo a que Nani reivindique el derecho de la mujer a ser mediocre y triunfar.