“Empieza la Semana Santa en el mundo católico y, como siempre, es una inmejorable oportunidad para ahondar en las influencias del cristianismo no sólo como una religión sino también como una cultura enraizada en el cruce de caminos de la Antigüedad. Sobre eso, una vez más, aquí en Calamares en su tinta

Hace casi cien años, en el verano de 1925, apareció Mi Lucha, el libro que Adolf Hitler escribió en prisión mientras purgaba la pena por el intento golpista que protagonizó en Baviera en noviembre de 1923. Mi Lucha es muchas cosas a la vez: un libro de memorias idealizadas y falaces, un manifiesto doctrinario plagado de odio y de resentimiento, una síntesis de los delirios y aberraciones del ‘Nacionalsocialismo’. Aquí, en Calamares en su tinta, algo sobre esa historia hace un siglo.

Desde que se posesionó en su segundo mandato Donald Trump ha exhibido, junto con otras más no menos disruptivas, la obsesión de reclamar para su país el dominio de Groenlandia, una enorme isla entre el Ártico y el Atlántico Norte que hace parte de Dinamarca. ¿Cuál es la historia de ese lugar? ¿Quiénes están y quienes han estado allí? Algo de eso aquí en Calamares en su tinta.

La larga historia del Papado, otra vez tan de moda, está llena de acontecimientos estrambóticos. Uno de ellos, determinante, fue el del traslado de la sede pontificia a Francia, en Avignon, por cuenta de las disputas entre el rey de ese país y la Iglesia Católica. Luego hubo un momento en que había más de un Papa de turno. Sobre eso hablaremos aquí en Calamares en su tinta.

Para muchos, El Gatopardo es la mejor novela italiana de todos los tiempos: una bellísima reflexión sobre el paso del tiempo y la inutilidad de todas las quimeras políticas. Ya había una película memorable inspirada en el libro, ahora hay una serie. Y aquí hablamos de la historia que está detrás tanto del libro y su autor como de la novela magistral que escribió y que jamás vio publicada.

¿Dónde están las raíces del mundo de hoy? En muchas partes, por supuesto, pero sin duda también en la guerra de Crimea: el primer conflicto moderno de la historia, quizás, y el origen de muchas de las tensiones que sacuden al mundo aún hoy.

El mundo tiene la mirada otra vez puesta en el conflicto ucraniano, y a pesar de todos los elementos coyunturales que hay allí en juego (la llegada al poder otra vez de Donald Trump, los cambios vertiginosos en eso que se suele llamar ‘el orden mundial’, los sobresaltos políticos y electorales en Europa), vale la pena volver sobre las raíces históricas de un conflicto que implica, sin la menor duda, una definición de la entidad y la identidad de Ucrania, una idea de su pasado que está en el corazón mismo de la guerra que hoy la sacude.

Hablamos mucho de Occidente y la ‘civilización occidental’, pero cuál es la historia de ese concepto, esa idea política y cultural que se impuso como una de las más poderosas de la Modernidad, que allí tiene su origen. Aquí, en Calamares en su tinta.

Creemos que los Hermanos Grimm eran un par de viejitos que adoraban a los niños y les contaban sus historias. Pues no: eran un par de filólogos y lingüistas más interesados en la unidad de Alemania, a través de su lengua y sus costumbres, dedicados con más ahinco a la política que la infancia y la inocencia. En sus cuentos, inspirados en lo que les contaban sus amigas a las que muchas veces silenciaron, está todo: un retorcido erotismo, el antisemitismo, la avaricia, el desprecio a los ancianos, en fin: esta es otra versión de su leyenda.

¿Es Cien años de soledad una novela histórica? Algunos creen que sí, otros que no. Lo importante es que en ella se revela el destino de la humanidad: la expulsión del paraíso y la necesidad apremiante de fundar un nuevo mundo, que es lo que es Macondo: el exilio de quienes purgan en él sus fantasmas y demonios, su suerte desastrada, la imposibilidad del amor. Pero Cien años de soledad también es el relato de la Colombia de finales del siglo XIX y principios del siglo XX: la sucesión de sus guerras que son los 32 levantamientos del Coronel Aureliano Buendía. Aquí, en Calamares en su tinta.