Compungido Pedro, pensando que el Maestro, dudara de su amor.
Exclamó:
Señor, Tú lo sabes todo y sabes que yo te amo.
Obtenido este tercer testimonio de amor, que reparaba las tres negaciones.
Jesús le dijo:
“Apacienta mis ovejas”
Cuantas veces, nosotros, tendremos que hacer testimonios de amor, para reparar las veces que diariamente le negamos.
Y es que, todo se encierra en un mandamiento de amor.
Amarás a Dios sobre todas las cosas.
¿Le amamos? …
Más que todas las cosas.
Y añade…
Y al prójimo como a ti mismo.
¿Lo hacemos?…
Amar, amor……
Que palabras más hermosas
Que difíciles de seguir, pues amar, es imitar a Cristo, seguir su mandato.
Imitar a Cristo, es hablar de renuncia, de entrega, de humildad…
De tantas y tantas cosas…
Él, nos enseña amor, predica amor y es amor.
Parece ser… que hoy, imitar a Cristo… es clavarle en la Cruz.
Pues bien, aún ahí, en la cruz, nos espera con los brazos abiertos.