El Método Arjona Project

Estamos vivos de milagro.
Somos una generación que creció en medio de una adversidad que las nuevas generaciones de poetas, jamás entenderían.
Si, estamos llenos de traumas. Desde la amenazas de colegio militar o internados, hasta los malos recuerdos de tíos tocones, aunque no hablamos de eso, porque todavía no estamos listos para socializarlo.
Lo cierto, es que estamos seguros de que esta comunidad de traumados, reirá a carcajadas con este episodio.

En un universo paralelo, el agua encontraría señales que le indicarían que el aceite no es para él.

Los perros se darían cuenta de que no tienen nada que hacer con los gatos.
Y de los tanatológos ni hablar. Claramente sabrían que con los testigos de Jehová, nada que ver.

Si, ese es el campo que en esta oportunidad decidimos explorar.
Ese mundo en el que las señales de incompatibilidad siempre han estado ahí, al frente de nuestros ojos, pero en vez de verlos, decidimos ponerles pestañas, a lo que nunca tuvieron ojos

En el onomástico del charaleño de oro, después de los 21k del, ahora sí Frank el flaco, y todavía con la euforia del concierto del Gran Emperador de la cumbia, nos volvimos a encontrar y nos salió un episodio lo mas de divertido. 

Todavía no sabemos qué sigue con este proyecto. Cada en vivo, cada función, puede ser la última. ¡Disfruten!

Los amamos.

Un episodio esquivo, un tema que no quería dejar ser grabado. 
Y salió. Y pareció un reencuentro. Y fuimos felices.

Obviamente, desde el mayor, profundo y amplio respeto para con los amantes o detractores de Diomedes. Esto es recochando.

Prometemos:
1- Seguir con este podcast muchos años,
2- Retiranos inmediatamente y terminar este proyecto.

Sin puntos intermedios.

¿Cuál cree que va a pasar? Vote ud.

Desde Mero Bar, nos atrevimos a improvisar sobre defectos cosas que odiamos de la gente, y algunas, muy pocas, nuestras. Y nos sale esta belleza de episodio. 

Claro, no sobra decir que es desde el amplio respeto que decimos lo que decimos, y odiamos lo que odiamos. 

Si dijimos algo que te ofendió, y eres cachetón de corazón, tú no, son los otros. 
Recuerden ir a la gran fiesta del Emperador de la Cumbia. 
Y llenar cada teatro donde se presenta Frank. Busque su ciudad más cercana.
Y vayan al show de German, que es algo así como nunca jamás rendirse 4. 

¡Los queremos!

Sin "colchón" de episodios, no toco grabar desde el camerino previo al show en Mero Bar, y nos salió una conversa muy ilustrativa, amena y para todo público.

Recuerden:
Show de Frank en Bogotá el 9 y 10 de agosto.
Show del Emperador el 24. 
Show en Bucaramanga el 13 de septiembre.

¡Nos vemos pronto cachetones!

Sí. ¡Somos muy olímpicos! Nos aprovechamos de la época de las justas deportivas para hacernos un capítulo de tema libre, pecho y espalda.

Y aunque pretendíamos abordar diversos temas, nos enfocamos en irrespetar a quienes dedican su vida a luchar por una presea dorada, sueños que pocas veces se cumplen.

Igual, siempre pretendemos hablar de un tema y escasamente le pasamos por el lado.

Así que solo les pedimos un favor: Si conocen algún practicante de artes marciales, por nada del mundo, y por nuestra seguridad, le permitan oír/ver este episodio, en el que nos ganamos certificado olímpico en irrespeto.

Solo ustedes, los que se han escuchado, visto, e incluso repetido nuestros capítulos, entienden un especial de comedia como este. 

Se necesita una complicidad, un lenguaje, y conocer unos personajes ya inventados, para entrar en trance y disfrutar de una hora y media de un frenesí de ideas, de muchos remates, de chistes que darían cárcel, pero como siempre decimos: "esto es comedia", lo decimos de la manera que lo decimos, por el único y santo propósito de reír a carcajadas hasta que estemos curados. 

Amén. 

Pod: gracias por ser parte de esto, chachetones. 

Si bien sabemos que este capítulo es un manual de imprecisiones, hoy presentamos nuestra tesis de grado.
¿Que de dónde sacamos nuestra incomprobable información? Ahí si, lo que les digamos es mentira, aunque al final todo no que contamos, no lo sabemos Rick, parece falso.
Pero al final, coincidimos que este episodio, más allá de contar algunas mentirillas, sirvió para coronar a German (sin tilde en la a) como el único Capitán Santander.
¿Quieren saber por qué?
No se pierdan estos 60 minutos de risas.

Un programa no apto para cardiacos. Diría un locutor de radio.
Pero como somos podcast, y nos escuchan poquitos y nos ven en Youtube otros poquito, entonces aún tenemos la libertad de hacer episodios como este, donde estamos sueltos, sin límites y felices.

Como ustedes saben, todo es humor, y hecho con el amplio y sagrado respeto que les tenemos a todos. Si te ofende, es porque eres un poeta!