Rick Warren oró en una ocasión de la siguiente manera “Danos un corazón que palpite al mismo ritmo que el tuyo, Señor, cuando tratemos de convertirnos en líderes capaces de cambiar las cosas en la vida de otros”.

Las palabras convencen pero el ejemplo arrastra.

Antes corríamos a lo que tenía que ver con el altar y más aún a cualquier posición de liderazgo, ahora veo cómo corremos hacia eso, y me pregunto que ha pasado, nos hemos vuelto más dispuestos o el altar o las posiciones se han vuelto más fáciles y atractivas.

No permitas que las adquisiciones fáciles suplanten las promesas.

Hay dos formas de vivir la vida cristiana y relación con Jesús, en la orilla o en la profundidad.

Las emociones que están fuera de control, no suelen producir resultados que honren a Dios.

1 Juan 1:8 "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros".

A medida que nuestra fe madura debemos alcanzar mas victorias constantes que derrotas continuas frente al pecado.

Oscar Wilde dijo: Sé tú mismo, el resto de los papeles ya están tomados”

La raíz de la envidia es un corazón insatisfecho y un corazón insatisfecho es igual a un corazón ingrato.