Temas a tratar:

1. Oportunidad (0:48 )
2. Abominación desoladora (2:15)
3. Y no está aquí  (10:48 )

Desarrollo:

1. Oportunidad

Gracias a Dios que aun en tiempos difíciles la iglesia avanzó.

Más herido está el mundo, más necesita sanidad. Jesús es la solución.

Cuando el mundo está confundido es una oportunidad de hablar de Dios.

Oportunidad nunca viene fácil, viene como trabajo. Oportunidad es una puerta cerrada que dice empuje.

Nunca pidas oportunidad, pide estar listo cuando venga la oportunidad.

La oportunidad viene a todos, el problema es cuando no están preparados cuando viene.

2. Abominación desoladora

A veces pensamos que es el fin pero es solo una coma, hay más historia por escribir.

Leemos Mateo 24:15-21 (RVR1960)

Gran tribulación habla de un evento específico y este evento comienza cuando vemos la “abominación desoladora” que profetizó Daniel.

Esto paso dos veces en la historia:

• Antíoco Epífanes al entrar a Jerusalén ofreció cerdos y luego judios sobre el altar.
• Cuando Roma entró a Jerusalén despedazaron el templo no sin antes ofrecer cerdos y judios sobre el altar.

Muchos confunden esto con una señal del arrebatamiento, pero no es así.

La historia nos enseña que los cristianos oyeron esta profecía y la tomaron en cuenta. Los cristianos no estaban en la ciudad.

La abominación desoladora no es un evento futuro, no puede suceder ahora porque el templo ya no existe.

Muchos dicen que van a volver a construirlo, pero personalmente digo que no es algo que debe alegrar nuestro corazón.

3. Ya no está aquí

La construcción del templo confunde a mucha gente.

Es importante entender la obra de Jesús en la cruz.

En el libro de Hebreos dice que ya no hay más sacrificio, una vez y para siempre Jesús quitó el pecado del mundo (Hebreos 10:12), él es el cordero (Juan 1:29).

En Israel el muro de los lamentos, es un lugar de mucha oración pero de lamentación.

¿Por qué lamentan? Porque no hay sacrificios, están esperando volver a construir para volver a sacrificar.

Donde estaba el templo de Salomón hoy en día hay una mezquita.

Desde el tiempo de David (2 Samuel 24:24 / 1 Crónicas 21:24) y pasando por Salomón este lugar era el centro de todo, judios de todas partes venían a este lugar. Hoy día hay mucha tensión.

Quizá Dios permitió esto para decir a la iglesia: ya no está aquí, era aquí.
Jesús una vez y para siempre puso fin a esto. En todas las naciones del mundo podemos adorar en espíritu y en verdad (Juan 4:23-24), no es un solo lugar.

Si vuelven a construir el templo ¿que van a hacer? Establecer el antiguo pacto. En otras palabras, rechazar el sacrificio de Jesús.

La biblia dice que ya no hay sacrificio para el pecado, Jesús una vez y para siempre con su sangre quitó el pecado (Hebreos 10:12).

Dios ya no va a santificar un templo futuro porque ya no hay sacrificio para el pecado.

La abominación desoladora fue cuando Tito entró, quito lo santo de este lugar con lo inmundo.

La única puerta para judios y gentiles de entrar es Cristo Jesús.

Cada iglesia es una puerta al cielo, donde hay dos o tres reunidos ahí está él (Mateo 18:20).