Esta semana fuimos testigo del acto de acrobacia de Kevin McCarthy, líder de la minoría Republicana en la Cámara de Representantes, donde la mayoría de sus miembros apoyan lealmente a Trump y a todo lo que esa marea trae consigo, incluyendo a la Representante por uno de los Distritos de Georgia, Marjorie Taylor Greene, quien abrazo a la teoría conspirativa de QAnon y ha hecho declaraciones antisemitas, xenófobas, y también ha dicho que le gustaría matar a la Vocera de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Este acto de malabarismo es un acto de supervivencia a nivel personal para McCarthy, y de supuesta preservación del bloque dentro de la Cámara para evitar un cisma en el que Trumpistas y Republicanos Establishment como Liz Cheney forman campamentos por su lado, dándole una ventaja a los Demócratas ahora y en las próximas elecciones. La resolucion Democrata para remover a Taylor Green de los comites que habia sido asignada, y el voto de 199 miembros de la bancada REpublicana, expuso el apoyo de la mayoria de ese partido a Taylor Green y a lo que ella representa: la extrema derecha, las teorias conspirativas, la supremacia blanca, el nacionalimso xenofobo, y el antisemitismo. Un menú sumamente repugnante que queda a la vista de todo el mundo, y el que los Demócratas harán uso para promocionarlo durante las próximas elecciones. La figura de Trump y todo lo que ella significa sigue y seguirá muy presente en el partido y promete ser una fuente de discordia y quizá fracasos en los próximos años. En este episodio de Dos Tipos Politicos, Hernan y Luis también analizaron la situación politica en California, donde la petición para remover al Gobernador Gavin Newsom está tomando fuerza, y promete ser un espectáculo político no solo para California sino para todo el país. Lejos están los días donde el "golden boy" de California disfrutaba de altos niveles de aprobación del manejo del estado durante la pandemia. Su futuro político como gobernador de California y posible contrincante por la Casa Blanca ahora están más en duda que nunca. Y ahí estarán nuestros Tipos Políticos para analizar esos temas. 

 

En los últimos siete días, desde que Joe Biden asumió la presidencia, el país ha sido testigo de un presidente decidido a cambiar la forma en la que se manejó al país.  Biden ha demostrado clara determinación, firmando más de tres docenas de órdenes ejecutivas. Con esta conducta, Biden ha dejado en claro que está dispuesto a hacer lo que tiene que hacer para cambiar el rumbo de la pandemia, para remontar una economía alicaída, y también empezar a cumplir sus promesas de campaña como dar marcha a una reforma migratoria, volver a ser parte del pacto de cambio climático o Acuerdo de París, y varios temas más. Mientras Biden se dedica a gobernar, los Republicanos se debaten entre abrazarse a Trump y convertirse cada vez más en un partido de ultra derecha, racista y xenofobo o repudiar el perfil fascista que el expresidente le imprimió. Por otra parte, los Demócratas siguen adelante con sus planes para enjuiciar a Trump en el Senado. Y lo hecen a sabiendas de que varios senadores Republicanos ya han avisado que no van a votar a favor de la condena que Trump merece por haber incitado a tomar el Capitolio para subvertir el resultado de la elección. Biden sabe que gobernar no es una carrera de corta distancia sino una maratón. Sabe también que tendrá que negociar no solo con Republicanos sino también con Demócratas centristas como el senador Joe Manchin de West Virginia. Convertir los objetivos de su agenda en logros no será fácil pero por lo que hemos visto en los últimos dias, Biden está decido a al menos intentarlo. 

 

Después de meses de campaña electoral y una victoria que tardó en ser confirmada por la gran mentira que Trump y sus seguidores (o cómplices) tejieron, Joe Biden asumió la presidencia de Estados Unidos. Trump, en otro signo de su pequeñez y falta de estatura, decidió irse del poder sin conceder su derrota y por la puerta de atrás de la Casa Blanca. La historia reserva para él un capítulo aparte: es el del único presidente en la historia de Estados Unidos en haber sido enjuiciado políticamente dos veces en un solo término de cuatro años. Ese capitulo tambien incluira párrafos que describen como, con la complicidad de varios Republicanos, intentó subvertir el resultado de una elección y negarle a más de 81 millones de votantes, el derecho a elegir un presidente que lo reemplace. En este episodio de Dos Tipos Politicos, Hernan y Luis analizan los hechos mas importantes de esta semana y lo que le depara a Joe Biden y a su administración, que ya es un récord en diversidad. Hernan y Luis también analizan lo que puede llegar a ocurrir con el partido Republicano, que hoy se debate en si debe dejar a Trump de lado o abrazarlo a pesar de todo el riesgo que eso significa.

En menos de una semana, Donald Trump dejará la Casa Blanca. El presidente que supuestamente quiso hacer América grande de nuevo, se retira del poder repudiado por la mayoría de la sociedad y con la peor distinción posible: es el unico presidente en la historia del país en haber sido"impeached" dos veces. La última encuesta de aprobación presidencial hecha por Politico/Morning Consult muestra que la aprobación de Trump ha caído a lo más bajo de sus cuatro años en el poder. Solo el 34% de los consultados aprueban de su trabajo. Y a medida de que la fIgura de Trump continúa desfigurandose, el partido Republicano está a punto de explotar.  La aprobación del impeachment en la Cámara de Representantes con todos los votos Demócratas y 10 Republicanos hace que el partido esté ahora sumergido en una gran pelea intrapartidaria en la que se disputan no sólo la lealtad a Trump o a los valores que el partido ha representado históricamente. El Senado tendrá,  a partir del 20 de Enero no solo que lidiar con el impeachment sino también con la profunda crisis en la que Estados Unidos está sumergido y una administración entrante que necesitas hacerse cargo del Estado y gestionar. Los próximos dias serán clave y nuestros Dos Tipos Políticos estarán ahí para observar y luego comentar. 

 

Executive Producers: Hernán Molina & Luis Alvarado 

Creative Production: Fernando Centeno & Hernán Molina

Y finalmente, el Congreso, después de una sesión interrumpida por el ataque de una turba enardecida y sin control, logró certificar la elección de Joe Biden y Kamal Harris. Esos disturbios a manos de seguidores de Trump, y siguiendo las órdenes del presidente y sus cómplices, lograron lo que muchos opositores políticos quisieron y no pudieron: que la imagen de Trump quedase manchada ante una gran parte de la sociedad que aceptó conductas inaceptables del presidente. Este nuevo escenario abrió, para muchos políticos y actores sociales como la red social Twitter, la puerta para deshacerse del tóxico Trump y empujarlo barranca abajo. Para muchos Republicanos que lo acompañaron sin gusto pero por obligación debido a la gran popularidad del presidente, esta es una oportunidad para hacerlo a un lado. Mientras tanto, y ante el avance de la ola expansiva que no solo arrolló a Trimp sino que también puede llevarse puesto a Ted Cruz y otros Republicanos, Pelosi y Schumer empujan un segundo impeachment, poniendo a los Republicanos que dijeron estar azorados y disgustados con la conducta de Trump, en una situación más que difícil. Si el impeachment es presentado en la Cámara de Representantes y los Republicanos no votan a favor del mismo quedarían expuestos, (aún más) en su hipocresía. Y si votan por el mismo, aunque el impeachment nunca prospere en el Senado por falta de tiempo, quedarian mal parados ante la base de Trump, que vota en sus distritos y para la cual, el presidente es aún un gran líder. Para Pelosi y los demócratas es una oportunidad para negociar con los Republicanos, y asi obtener concesiones para pasar legislación que Biden necesitará en su nueva gestión. Solo faltan 12 días para que Trump deje la presidencia, y lo hará con el mismo caos con el que asumió. ¿Quién dijo que no es bueno ser consistente en la vida?

 

En este episodio de Dos Tipos Políticos, Luis y Hernan analizan la realidad politica del pais, que vive su peor crisis de COVID-19 con hospitales repletos de enfermos y miles de muertes, y las vacunas que no están siendo administradas a los cientos de miles de personas que esperan ser inoculadas. Mientras tanto, el presidente juega al golf e insiste en su cruzada por hacer un golpe en la sesión conjunta del Congreso para arrebatarle la elección a Joe Biden, sin importale que perdió las elecciones por más de  más de 7 millones. A Donald Trump solo le importa Donald Trump. El pais necesita nuevo liderazgo y el 20 de Enero lo tendra. 

 

La Navidad que acaba de pasar es la última que Trump pasará en la Casa Blanca. Y mientras el presidente golfea y profundiza su bronceado en su mansión de West Palm Beach en el estado de Florida, millones Americanos que están ansiosos por las pérdidas económicas y la verdadera posibilidad de perderlo todo, esperan que el presidente de noticias de si va a firmar la ley de alivio económico que incluye un cheque de $600 para personas de cierto nivel de ingresos, y más dinero para los beneficios de desempleo que millones de trabajadores desempleados necesitan más que nunca. La falta de empatía y la crueldad del presidente no es nueva, pero esta demostración de narcisismo puro es una clara venganza contra los Republicanos que, siguiendo las directivas de la Casa Blanca, negociaron este paquete económico con los Demócratas. Una venganza por reconocer a Joe Biden como el presidente electo y por no prestarse a rechazar los resultados de las elecciones para que Trump, quien perdió el voto popular por más de 7 de millones de votos, tenga un segundo término en la Casa Blanca. Ya es tiempo de Año Nuevo, y el 20 de Enero se acerca rápidamente. Los votantes han elegido, y eligieron un nuevo liderazgo para salir de esta grave crisis que el presidente y sus aliados profundizaron. Ha sido una Navidad distinta, y por suerte será la última Navidad de Trump como presidente e inquilino de la Casa Blanca. . 

 

Esta semana Joe Biden fue confirmado como presidente-electo por el Colegio Electoral, y recibió por primera vez el reconocimiento de Mitch McConnell como tal. Mientras tanto, y a pesar de que ninguna de las quejas que presentó ante las cortes por supuesto fraude han prosperado, Trump sigue insistiendo con que Él no ha perdido la elección sino que se la han robado. Con esta excusa sigue recaudando millones de dólares provenientes de su base que cree ciegamente lo que él dice. Y ésto sucede en un contexto donde el COVID-19 está fuera de control, con miles de personas muertas todos los días  y hospitales desbordados y sin camas donde atender a los cientos de pacientes que están luchando contra la enfermedad. El presidente pelea la batalla equivocada mientras miles de Americanos están ansiosos para recibir la vacuna contra el COVID-19 y así poder auperar esta pademia que no solo ha dejado al país en unestado calamitoso, sino que también ha expuesto lo peor de Trump con la complicidad de la mayoría del partido Republicano. Faltan un poco más de un mes para que asuma el próximo presidente. Un largo mes en manos de Trump que es incapaz de la mínima empatía para darse cuenta de lo que hace falta en este momento y tomar las decisiones necesarias para lidiar con esta crisis. 

 

En este episodio de Dos Tipos Politicos, Hernan y Luis analizan las últimas acciones del presidente y sus aliados (cómplices?) para descarrilar la elección de Joe Biden y así quedarse en el poder. Estas acciones sin precedentes, que incluyen seguir afirmando que Biden ganó por fraude y la presentación de demandas legales sin evidencias, son una clara amenaza al orden republicano de los Estados Unidos y un golpe a la democracia. La presentación en la Corte Suprema de los Estados Unidos de una demanda judicial por el fiscal general de Texas en conjunto con Trump y otros 18 fiscales generales no tiene ninguna base legal y es dudoso que la Corte vaya a inmiscuirse en semejante ardid cuando esta misma semana, sin emitir opinión, decidió rechazar otra demanda presentada por legisladores de Pennsylvania. El presidente está decidido a todo, sin importarle el daño que causa a la democracia y a la nación. No es la primera vez que somos testigos de su mezquino accionar, pero sí es sorprendente la cantidad de legisladores Republicanos que se han prestado a semejante show. El hecho de que el presidente haya amasado una caja de más de $200 millones hace temblar a más de un legislador. El poder de la billetera de Trump es fuerte y se hace y hará sentir en los próximos meses. 

 

Y finalmente, la administración federal permitió que comience la transición hacia la futura presidencia de Joe Biden. Y en esa misma transición, vemos los tironeos entre aquellos que apoyaron y trabajaron arduamente para que Biden triunfara en las elecciones para conseguir un puesto en la próxima presidencia. El reto de Biden no solo será lidiar con un Senado que muy posiblemente quede en control de los Republicanos, sino en que políticas llevar adelante, sin decepcionar al ala más progresista del partido Demócrata. En Enero de 2021, los dos escaños de senadores en Georgia van a ser decididos en las elecciones especiales de segunda vuelta. Los demócratas necesitan ganar los dos asientos en disputa para así poder llegar a los 50, y con el voto de la Vice Presidente, Kamala Harris, romper posibles empates. No será una tarea fácil y por seguro será una lucha a todo o nada. Si los demócratas no conquistaran esas bancas, las chances de Biden para implementar sus más ambiciosas propuestas se verían reducidas, y lo forzarian a negociar aún más con Mitch McConnell. Este escenario se asemeja a la presidencia de Clinton, cuando perdió el control de la Cámara de Representantes y el mismo tuvo que conciliar políticas con Newt Gingrich y otros Republicanos en el Congreso. Asi y todo, Clinton tuvo una presidencia plagada de desafíos pero logró tener una economía en la que la clase media trabajadora vio mejoras en su standard de vida.