Temas a tratar:

1. Mismo lenguaje (3:38 )
2. Lo que importa (7:10)
3. Somos parte (20:28)

Desarrollo:

1. Mismo lenguaje

¿Por qué Daniel está tan relacionado a Apocalipsis, Mateo y otros?

La ley de la interpretación de la Biblia (exégesis) es: La Biblia se interpreta a sí misma.

Las sombras y tipos que vemos en Daniel también están en Apocalipsis y otras partes de la Biblia.

Para entender debemos estudiar, pero recuerda que es un error tomar todo el Antiguo y Nuevo testamento y colocarlo en los últimos 7 años de la iglesia.

La mayoría de las profecías de Daniel ya han sido cumplidas. Estas profecías son una esperanza, Dios es fiel a su palabra.

Vemos en Isaías 7 y 9: “Una virgen dará a luz un hijo y su nombre será Dios fuerte, príncipe de paz…” - Esto fue escrito cientos de años antes del nacimiento de Cristo.

Del mismo modo las profecías de Daniel hablan del mundo en torno al Mesías, las señales de su venida.

Daniel y Apocalipsis son dos eventos distintos pero el mismo lenguaje, y este lenguaje en Daniel nos ayuda en Apocalipsis y viceversa.

2. Lo que importa

El capítulo 2 de Daniel habla de “La imagen”. Dios le reveló a Daniel el sueño de Nabucodonosor y su interpretación.

No necesitamos adivinar (Daniel 2:38), la interpretación es infalible.
Dios le reveló esto a Nabucodonosor estando su reino aún en toda su gloria.

Lo importante de la imagen es la línea de tiempo que nos lleva hasta Jesús.

Cuando la piedra (Jesús) hiere la imagen, la hace polvo y el viento se lo llevó.

Esto nos muestra que las naciones eran importantes, pero vendrá un tiempo donde ya no, ahora será el Reino de Dios. 

El monte del Reino de Dios estará por encima de las naciones, de todas las cosas en el mundo.

Lo que importa es el Reino de Dios, la iglesia. La iglesia no es plan B.

Leemos Daniel 2:39-44 (NTV)

“Un reino que jamás será destruido”, jamás significa eternamente para siempre.

“...que cubrió toda la tierra…” (v.35). Esto es ir a todo el mundo.

El diablo tenía engañada a las naciones. El deseo de Dios era usar la nación de Israel para llevar Dios al mundo y el mundo a Dios, su deseo siempre fue: “en ti serán bendecidas todas las naciones de la tierra” (Génesis 22:18).

Hoy en día no hay nación en el mundo donde su iglesia no esté presente.

3. Somos parte

Es un error decir que la imagen golpeó la piedra clavándola en la cruz. Esto es una locura porque Jesús resucitó.

El monte es eternamente para siempre, es el monte que Dios siempre quiso establecer.

Un reino que cruza fronteras, naciones, culturas, su presencia en todo el mundo.

Somos parte de edificar el reino, cada iglesia es parte de este monte que está llenando la tierra.

La iglesia no será vencida (Mateo 16:18).

Somos parte del reino de Dios que cruza toda frontera.

La iglesia no es una institución, no es un edificio, es un grupo de gente caminando al cielo juntos.

Somos la iglesia.