Insisto en alimentar un sano escepticismo frente a la información que recibimos, en cuestionar desde el pensamiento crítico, en revisar la data, en contrastar las fuentes y en llegar a nuestras propias conclusiones esquivando la tentación de dejar que el resorte emocional nuble nuestro criterio.
Insisto en alimentar un sano escepticismo frente a la información que recibimos, en cuestionar desde el pensamiento crítico, en revisar la data, en contrastar las fuentes y en llegar a nuestras propias conclusiones esquivando la tentación de dejar que el resorte emocional nuble nuestro criterio.