Costa Rica, junto con Uruguay, siguen siendo las únicas democracias plenas del continente americano y eso hay que destacarlo. Particularmente cuando en el mundo únicamente hay tan solo 25 democracias con esta alta calificación (menos del 7 % de la población) de acuerdo con el último Índice de Democracia de la Unidad de Inteligencia Económica de la prestigiosa revista británica The Economist, dado a conocer en días pasados.
La investigación, que abarcó 167 naciones establece que hay solamente 71 democracias en el orbe, 25 plenas y 46 defectuosas (por ejemplo Estados Unidos, Chile, Panamá, República Dominicana, Argentina, Brasil) en las que viven el 45% de la población mundial, lo que no es una buena noticia, sino, por el contrario, la constatación del deterioro de la democracia que ha impedido una recuperación pospandemia y ha visto impotente cómo estallan las guerras y los conflictos geopolíticos de diversa índole.
Así, casi el 40 % de la población del mundo vive bajo una bota autoritaria (Cuba, Venezuela, Rusia, Nicaragua, Irán, China) y 15 % vive en regímenes híbridos que son sistemas (caso El Salvador, Honduras, Guatemala y México) en los que conviven elementos democráticos con prácticas autoritarias.
El Índice de Democracia considera cinco categorías: libertades civiles, proceso electoral y pluralismo, funcionamiento del gobierno, cultura política (nuestra más baja calificación, por cierto) y participación política.
En el top 25 junto con uruguayos (15) y ticos (18), Noruega, Nueva Zelandia, Suecia, Islandia, Suiza, Finlandia, Dinamarca, Irlanda, Países Bajos, Luxemburgo, Taiwán, Alemania, Canadá Japón, Reino Unido, Austria, Mauritania, Estonia, España, República Checa, Portugal y Grecia.
Con el Dr. Rotsay Rosales Valladares, director del Observatorio para la Política Nacional (OPNA) de la Universidad de Costa Rica, analizamos los desafíos democráticos actuales.