En Las Mañanas de RNE con Josep Cuní, nos fijamos, en la noticia científica, en el último estudio internacional publicado en The Lancet, coordinado por investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona. Proyecta que si persisten los recortes en la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) anunciados por la administración Trump, 14 millones de personas que reciben ayuda humanitaria a día de hoy, podrían morir antes del 2030. 4 millones y medio de estos, solo niños.
"Lo que está a punto de ocurrir es una tragedia que no tiene precedentes en la historia contemporánea, que puede revertir tres décadas de progreso en algunos de los países más pobres del mundo, que sobre todo (y esto es lo dramático) esto es perfectamente evitable (...) Cuando empiezan una situación de este tipo, se pone en marcha un efecto dominó de consecuencias imprevisibles, porque todos los sistemas de salud se tambalean y por lo tanto, no sabemos qué puede ocurrir en algunas regiones en las que trabajamos, como las del África sub-sahariana", explicaba el investigador Gonzalo Fanjul, director de análisis y desarrollo del ISGlobal. Apuntaba también que el movimiento iniciado por Estados Unidos, se está replicando en otros países como Reino Unido, Francia o Alemania, que también están anunciando fuertes recortes en sus programas de ayuda humanitaria.
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