Carlos y yo dijimos que íbamos a contar TODO lo que vivimos en Colombia y aquí está. Momentos fuertes, reales, llenos de lágrimas, sanación, liberación… y mucho amor de Dios.

Desde casas de rehabilitación, escuelas, calles y hasta centros de ancianos — cada historia nos marcó el corazón.

¿Sabes qué descubrimos? Que el dolor no tiene nacionalidad, y que cuando Dios te llama, tienes que decir sí aunque no sepas a dónde te va a llevar.

En este episodio te comparto cómo fue orar con una niña que solo pedía que su mamá regresara… o cuando vimos a jóvenes liberarse de años de confusión y dolor.

Si alguna vez has sentido el deseo de servir, de salir de tu zona de comodidad, de responder a ese llamado que no sabes cómo explicar… este episodio es para ti.

 “No somos perfectos, pero somos dispuestos. Y Dios hace lo demás.” – Rashel

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