La vida de Bernardo Maldonado se resume a querer vivir más y mejor. Por eso, el atleta cordobés, un día hizo un cambio radical. En los últimos años de la adolescencia, Berni pesaba alrededor de 103 kilos y era primera línea de un equipo de rugby. Ya hacía deporte, pero no como ahora. Hubo algo que lo forzó a hacer un click. “Esto pasó cuando cumplí 18 años: volví a mi casa casi con un coma alcohólico. Me recibieron mis viejos y mi mamá se puso a llorar... Estaba en la nada misma. A partir de ahí empecé a andar en bicicleta para no verlos a ellos. Para no dar la cara. Y paulatinamente la actividad física dejó de ser un hobby”.
La transformación fue tan radical y rotunda que hoy es uno de los mejores fondistas del país y sueña, claro, con convertirse en atleta olímpica.