Kinesiólogo y corredor amateur con pretensiones. Viajó dos veces a Kenia para conocer el secreto de los mejores fondistas del mundo. Ahora. junto con su esposa, dejará todo en Bahía Blanca para, una vez más, emprender un vuelo rumbo a Itén, la tierra prometida para el atletismo. Pero, esta vez, emigran sin fecha de retorno.