Hace poco, hablaba sobre habilidades de la comunicación y una de ellas se trata de la ESCUCHA.
Hay varios tipos de escucha, entre ellas la ESCUCHA EMPÁTICA y la ESCUCHA ACTIVA, que considero que son habilidades fundamentales que todos deberían desarrollar, pero me quiero concentrar en la ESCUCHA ACTIVA.
Hay varias definiciones, entre ellas: escuchar al@ otr@ con atención lo que implica comprender qué está hablando, responder de acuerdo y reflexionar sobre ello, reteniendo la información.
Hace algunos años, una persona me "retó" al considerar que yo no la escuchaba, y la razón es que quería a alguien que la escuchara de forma pasiva, sin reaccionar o responder. Le dije que era difícil para mí hacerlo... bueno, mi respuesta no fue tan educada, pero en esencia eso era.
Y es la realidad que en el mundo de hoy hay demasiadas personas que sienten que no están siendo escuchadas. En su mente, imaginan o desean a alguien que esté presente, pero no responda hasta que terminen su narrativa... Esta escucha pasiva ha sido confundida con escucha activa por muchas personas.
Escuchar de forma activa tiene unos elementos fundamentales y quiero diferenciar de la escucha pasiva:
1. Reservar el tiempo para la conversación, evitando interrupciones o, en el caso de que haya alguna, realizar acuerdos sobre el protocolo a seguir (salgo del salón para contestar el celular, hablamos hasta ese punto y seguimos en otro momento, etc.). Es muy similar a la escucha pasiva en la cual el@ narrador@ será quien organizará esto, mientras en la escucha activa, es el que escucha o ambos organizarán el tema.
2. Lo ideal es sentarse uno enfrente del otro, pero es una posición que muchos suelen interpretar como antagónica. Para mitigar el efecto, se puede escoger un lugar lindo como un parque o sentarse en el mismo sillón. En la escucha pasiva, lo que interesa es que el@ narrador@ vea el que escucha, no importa donde esté sentad@.
3. El que escucha deja la otra persona hablar libremente y con gestos, motiva y estimula su expresión. Cuando tenga algo que decir, se hace de forma asertiva y gentil. El de la escucha pasiva no puede interrumpir.
4. Es importante comprender y retener lo que el@ otr@ esté diciendo, pero evitar anotar. En caso de que sea necesario, acordar de antemano este comportamiento. Si la escucha es pasiva, se hace irrelevante anotar algo, pues el@ narrador@ seguirá hablando y hablando.
5. Una sonrisa o un gesto empático es clave para que la escucha sea experimentada como una sesión de calidad, algo que toque los corazones. En la escucha pasiva, esto es irrelevante, pero es posible que el@ narrador@ pida algún tipo de feedback de tiempos en tiempos, normalmente alineado positivamente a lo que está hablando.
6. Si hay interrupción, se resume la conversación de manera informal, quizá con "preguntas poderosas" que resalten lo que la persona narraba y le abre la puerta a posibles soluciones. En la escucha pasiva, cualquier interrupción es manejada por el@ narrador@.
7. SOLUCIONAR ALGO no es parte de la escucha activa. No es su rol y hay que tener cuidado, pues una buena escucha activa impulsará el narrador a descubrir sus propias soluciones. El que escucha puede a través de "preguntas poderosas" extraer las conclusiones o soluciones del@ narrador@. En la escucha pasiva, esto no sucederá, pero no es imposible que el@ narrador@ logre encontrar respuestas, especialmente en un entorno terapéutico.
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