Se nos va de ojo que crecen los valores filo fascistas entre adolescentes y jóvenes, estimulados por los contenidos violentos de los videojuegos más vendidos.
Valores de individualismo y competitividad sin límite, que ponen en crisis los conceptos de empatía, responsabilidad, solidaridad e, incluso, los derechos humanos.
En la mayoría de los videojuegos de mayor éxito, el jugador adquiere patrones de comportamiento violentos, machistas, de odio y crueldad que les deshumanizan, porque les inoculan la idea de que la vida del otro no vale nada. En el tercero más vendido, Gran Robo Auto, el jugador debe sobrevivir a costa de estafar, de engañar, de robar y de asesinar sin escrúpulos ni límite con el único fin de enriquecerse lo más posible. Versión pura, afirma el catedrático emérito Vicens Navarro, del neoliberalismo que propaga la ultraderecha fascista. Así, los videojuegos violentos conjugados con el libre acceso a la pornografía y el crecimiento sin límites de las noticias fake, son la base del giro cultural y político e ideológico populista que está inundando las mentes de jóvenes y adolescentes. ¡Que no se te vaya de ojo!