A veces nuestros planes son buenos… pero los de Dios son eternos.

Hoy leemos cómo David quiso construir un templo, pero Dios le respondió: “no tú, yo te construiré a ti una casa”.

Ese “no” escondía una promesa gloriosa: ¡de su linaje nacería el Salvador!

🙌🏼 También hablaremos del Espíritu Santo, el regalo que no se ve, pero se siente… y del poder transformador de la Palabra cuando la amas, la memorizas y la meditas.

📖 Las lecturas de hoy:

2 Samuel 7:1 – 8:18

Juan 14:15–31

Salmo 119:32–48

Proverbios 15:33

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