Los mitos fundacionales fueron esenciales para la construcción de Roma, así como la genealogía, el origen mítico de las diferentes gens, fue fundamental para legitimar a las diferentes familias en el poder. Un programa político que pretendía conectar a los grandes héroes y acontecimientos de la tradición grecorromana con el pueblo romano y las familias más influyentes. Esta narrativa la podemos observar claramente en las monedas de la época, especialmente a partir del siglo II, en los denarios, una moneda más prestigiosa que el denario en la que las grandes familias querrán reforzar su autoridad y conexión con un linaje heroico y divino. Uno de los personajes que dio importancia a sus antepasados fue Julio César, como vamos a ver.