El país más grande de América Latina vive un momento sin precedentes de crisis política y social y lo hace con horizonte electoral: El 7 de octubre los brasileños irán a las urnas y los dos favoritos se encuentran en situaciones singulares: el expresidente Lula encarcelado y el ultraderechista Bolsonaro denunciado por racismo. Brasil era el país que hace una década aspiraba a convertirse en la gran potencia emergente. Recordemos que el presidente actual, Michel Temer, es rechazado por el 90% de los ciudadanos y que hay gran número de diputados, tanto a izquierda como a derecha, investigados por corrupción. Incluso algunos mandos del Ejército se han permitido en las últimas semanas lanzar mensajes políticos, algo inédito en la democracia del país.