En Las Mañanas de RNE con Lara Hermoso, nos fijamos, en el estudio financiado por la NASA que está llevando a cabo el microbiólogo James Holden, de la Universidad de Massachussets. Su equipo se encuentra trabajando en fosas volcánicas submarinas, recogiendo micro-organismos que viven en condiciones extremas. Mediante su estudio, serían capaces de comprender cómo son las condiciones de vida en una de las lunas de Júpiter (Europa).
El doctor Armando Azúa Bustos es investigador del departamento de Planetología y Habitabilidad del Centro de Astrobiología del CSIC (CAB-CSIC), nos ha explicado la importancia de esta investigación. "Pensábamos que en el caso de la Tierra, toda la energía se libera de alguna u otra manera, a partir del sol. Y fue una tremenda sorpresa encontrar estos ecosistemas marinos, a uno, dos, tres, cuatro... o hasta siete u ocho kilómetros de profundidad, que dependen de microorganismos que son capaces de extraer energía de los minerales que son expedidos por estas fuentes de agua caliente, que está en contacto con el magma terrestre".
Escuchar audio