El cristianismo-y-agua refiere a la existencia de un Dios bueno en el cielo pero deja de lado todas las doctrinas acerca del pecado, del infierno del demonio y de la redención. Esta visión simplista muchas veces se emplea para hablar de la religión cristiana con niños. Sin embargo, se evidencia que esta no es real ya que no presenta las características que posee la realidad, es decir, el hecho de que sea complicada, no esté definida y que no sea obvia ni lo que uno espera.
A partir de lo mencionado recientemente, solo existen dos posiciones que cumplen con dichas características. En primer lugar, el cristianismo, que cree que el mundo es bueno y que se ha degradado pero, conserva memoria de lo sucedido en el pasado. Por otro lado, el dualismo establece que hay dos poderes iguales e independientes, uno bueno y uno malo, y que el universo es el campo de batalla en el que llevan a cago una guerra sin fin. Estos han existido por toda la eternidad, son independientes y ninguno de ellos tiene más derecho que el otro a llamarse a sí mismo Dios. Mientras que a uno le gusta el odio y la crueldad, al otro, el amor y la misericordia.
Continuando con el análisis de la postura dualista, podemos decir que, si el bien implica lo que debemos preferir más allá de nuestros deseos en un momento determinado, entonces, uno de los poderes está verdaderamente errado, y el otro está en lo correcto. Sin embargo, al decir esto estamos, a la vez, haciendo referencia a alguna ley, norma o regla de lo bueno frente a la cual uno de los poderes falla. Además, si estamos juzgando a los poderes a partir de una ley, entonces ésta o quien la haya establecido está más allá de los dos poderes y El sería el verdadero Dios.
Por otro lado, la maldad resulta ser la búsqueda de algún bien de una mala manera, en otras palabras, la maldad es el bien corrompido. Para que uno de los poderes sea malo, éste debe tener cosas buenas que desear, impulsos que, en un principio, fueron buenos para poder pervertirlos, debe existir y tener inteligencia y voluntad. Sin embargo, tanto los buenos impulsos o las buenas cosas que desear como la inteligencia y la voluntad debe obtenerlas del Buen Poder, por lo tanto, la teoría dualista se contradice ya que de esta manera los dos Poderes no serían independientes, sino que el Poder Malo es parte del Poder Bueno.
La religión cristiana cree en la existencia de un Poder Oscuro, un espíritu malo considerado el Poder tras la muerte, la enfermedad y el pecado. A diferencia del dualismo, el cristianismo piensa que este Poder fue creado por Dios y que en un principio era bueno pero que se extravió.