Cuando escuchó “El de la codeína”, uno de los primeros
hits subterráneos de Natanael Cano, todo cambió. Aún era una adolescente
cuando Ivonne Galaz, en vez de mirar hacia el reggaetón u otros géneros más efectistas,
entendía que en el corrido tumbado había algo más: algo que hablaba de sus
raíces, pero también de la vida en el barrio, sin perder la frontalidad de
canciones absolutamente despojadas de elementos y florituras de posproducción,
con una crudeza y una honestidad avasalladoras.
Lo que siguió a continuación fue su acercamiento a Rancho
Humilde, la estructura dirigida por el pionero Jimmy Humilde desde donde se
creó el fenómeno de Natanael Cano, pero donde también otros referentes como Ovi,
Junior H, Fuerza Regida o Legado 7 están construyendo un universo que se
enriquece más que nunca con la llegada de la primera mujer al roster: Ivonne Galaz.
La de Ciudad Obregón ya había participado en un álbum de
Natanael Cano aportando la primera canción que compuso en su vida, “Golpes de
la vida”, y sumando no solo su voz, sino unas maneras parecidas pero distintas
a la del resto de sus compañeros de sello. Así lo demuestra en “Voy en
camino”, un debut urgente, de apenas nueve canciones y menos de media hora de duración
en la que la mexicana, en la que la mexicana tira de temple y mensaje
empoderado para firmar un cancionero necesario.
Más allá de que el imaginario estético y la tendencia del
corrido urbano marque la pauta estilística de estas canciones, hay algunas
fugas hacia el reggae (“Cuídate”) e incluso hacia la balada de autor (“Mi culpa”
o “Por ti”), pero también hay mucho de Lila Downs, de Ana Tijoux, de Astrid
Hadad o de Amparo Ochoa en el registro y, sobre todo, en el mensaje de Ivonne
Galaz.
En una escena y un circuito dominado por hombres y con
mensajes, sino machistas sí masculinizados, ella aporta otras narrativas y un
relato de conquista de sus propios espacios, a la vez que dinamita los juicios
y cuestionamientos que se le hace desde determinados sectores del circuito y
firma canciones con vocación de himno como ”Voy en camino”, “Cuidado
por donde pisas” o “Hay que brindar”. Porque sí, hay que brindar por artistas
como ella.
Alan Queipo.