Cuando llega la noticia de ser madre, siempre lo asociamos con sueños cumplidos, felicidad y perfección. Pero ¿qué pasa cuando es todo lo contrario? La maternidad puede traer miedo, rechazo y, a raíz de eso, puede convertirse en algo no tan agradable para la mujer. La presión social es la causante de generar culpabilidad en las mujeres que pueden tener sentimientos contrarios a los esperados con el hecho de ser madres. Sin embargo, es válida la imperfección, cometer errores y sentir temor en este proceso, al aceptar estos aspectos, se puede lograr un bienestar y un verdadero disfrute en el proceso de la maternidad.