Hoy vamos a ver algo que pasa muy a menudo sin darnos cuenta: el juicio sobre nuestra dispersiones, pensamientos o sensaciones.
Ya hemos aprendido a parar un poco, a no reaccionar, a aceptar lo que hay… pero muchas veces, cuando parece que todo se calma, aparece esa voz interna que empieza a decir si esto está bien o mal, si lo estoy haciendo bien o si debería sentir otra cosa.
Hoy nos centraremos en por qué es importante no enjuiciar, cómo practicarlo, cómo saber si lo estamos haciendo bien o no, y cómo aplicarlo también en el día a día, que es donde más útil se vuelve.