Desde la Diócesis de Tui-Vigo, a través de la Vicaría de Pastoral y la delegación de Medios de Comunicación Social, te proponemos este itinerario de espiritualidad para rezar con el Evangelio de cada día desde la Cuaresma hasta Pentecostés.
Si somos sinceros todos sufrimos algún tipo de parálisis, es decir, vivimos condicionados por realidades que nos impiden que la vida recibida de Dios se desarrolle en plenitud. ¿Cuáles son mis parálisis? ¿Qué pecados o tendencias de pecado me hacen la guerra? ¿Qué aspectos de mi biografía o de mi psicología me paralizan? No se trata de quedarnos ensimismados dando vueltas sobre ellos, dejando que la angustia o la ansiedad nos dominen. Al contrario, tomando conciencia de ellas, acerquémonos a Jesús y abrámonos al diálogo con Él. Nos sorprenderá como su presencia nos regala una nueva situación, marcada por la posibilidad de volver a empezar, dejando atrás toda parálisis o, al menos, reconciliarnos con ella para seguir avanzando con nuevas fuerzas y nuevos ánimos. ¡También nosotros podremos tomar nuestra camilla, signo de la parálisis curada, y echar a andar! Algunos quizás no nos comprendan ni se alegren, pero nosotros podremos testimoniar el paso salvador de Jesús por nuestra vida, anunciando las maravillas de su amor y de su misericordia, custodiando el don de la nueva vida, permaneciendo siempre en sus sendas, dejando atrás todo aquello que en otro tiempo nos había postrado.