¿Alguna vez has sentido que el mundo te arrastra en dirección contraria a tu fe?
La Biblia enseña que todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo, y que esa victoria no depende de nuestras fuerzas, sino de nuestra fe.
Vencer al mundo no significa huir de él, sino vivir en medio de él sin dejar que sus valores —el orgullo, el materialismo, el miedo o la presión— apaguen lo que Dios ha puesto en ti. Daniel lo logró en Babilonia, y tú también puedes hacerlo donde estás.
La fe en Jesús no es un simple optimismo; es una confianza firme en su verdad, su poder y su amor. Cuando fijas tu mirada en Cristo, cada prueba se convierte en una oportunidad para ver su victoria manifestarse en tu vida.