Bendito problema puede parecer al principio: eres tan bueno en lo que haces que tienes tu puesto asegurado. Eres clave en la función en la que estás y tus jefes te «blindan» en esa posición porque eres realmente bueno en lo que haces y te conviertes en una persona clave.
Esto que tan bonito suena y parece al principio también se puede convertir en una cárcel profesional si quieres seguir evolucionando y creciendo en la empresa.
Eso es exactamente lo que le ha pasado a German, un oyente y protagonista del episodio de hoy que me contó su caso con su permiso aprovecho para comentarlo y reflexionar sobre el tema de hoy.
Vamos al grano y mañana nos vemos en el siguiente episodio.
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