Hoy permitidme ser cristalinamente claro sobre un tema que siempre me ha llamado especialmente la atención por lo mal que se hace: despedir usando el criterio de la antiguedad.

Hay muchos motivos por los que una empresa en un momento determinado tiene que aligerar la plantilla. Es normal nos guste o no pero es así.

El problema viene cuando el criterio principal que se utiliza para priorizar quién se queda y quién se va es la antiguedad o, lo que es lo mismo, cuánto nos cuesta despedir a unas personas u otras.

Dejadme que os explique hoy por qué en el 99% de los casos esta es una solución cortoplazista del problema, por qué también es un reflejo claro de una mala gestión y cómo se tendría que hacer correctamente.

Puede que a muchos este tema no os toque directamente pero siempre es importante ir entendiendo estos conceptos porque puede que algún día si os toque muy de cerca y la decisión (o mala decisión) esté en vuestras manos.

Seguimos mañana como siempre con un nuevo episodio.

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