Alguien con apego ansioso puede necesitar oir siempre que todo va bien en la relación. Puede aferrarse a su pareja de formas que pueden parecer pesadas o excesivas. Las pequeñas cosas, como que la pareja tarde en contestar a un mensaje de texto, pueden causar mucho estrés a una persona con apego ansioso. Pueden empezar a pensar: "¿Todavía le gusto?" o "¿Qué he hecho mal?", incluso cuando no hay ningún problema real.

1. Imagina por un momento que es tarde por la noche. El mundo está tranquilo y quieto, pero tu mente es cualquier cosa menos pacífica.
2. Das vueltas en la cama, tus pensamientos dan vueltas con preocupaciones sobre la persona que amas. ¿Se preocupa por ti tanto como tú por ella? ¿Se quedará? Estos miedos y preguntas pueden parecer visitas no deseadas, pero son demasiado familiares para muchos de nosotros.
3. Esta preocupación por las relaciones tiene un nombre: apego ansioso. Es una forma de relacionarte con los demás en la que a menudo tienes miedo de que las personas a las que quieres te aban-donen, y puede que necesites que te aseguren que no lo harán. Saber que no estás solo en esto puede ser reconfortante, y comprender el apego ansioso es el primer paso hacia la curación.

La terapia de pareja trata de abordar y mejorar problemas que surgen en una relación.

La terapeuta de pareja paola Gaviria explica la importancia de acudir a esta cuando aparece un conflicto que no se puede solucionar por sí solo entre ambos.

Conéctate y sana a tu niña interior en esta meditación guiada.

Encuentra paz y fortalece tu esencia desde la raíz a través de una conexión profunda y amorosa contigo misma.

Encontrar pareja en un mundo como el actual puede ser una tarea difícil. Nos vemos constantemente bombardeados con libros, series o películas románticas que nos hacen anhelar un vínculo especial con otra persona; sin embargo, a la hora de la verdad, por mucho que nos registremos en todas las aplicaciones de citas, nos resulta tremendamente complicado encontrar a alguien con quien salir y con quien podamos establecer una relación duradera.

La verdad es que, aunque esto pueda parecer una misión imposible, no lo es. Hay ciertos trucos que nos pueden ayudar, no solo a encontrar pareja, sino a que esta sea la adecuada y que nuestra relación sea duradera y estable. Eso sí, no será fácil. Debemos trabajar tanto internamente como con esa persona especial para que todo funcione

"Lo conocí en una aplicación de citas. Muy rápidamente, comenzó a halagarme con palabras, invitaciones, gestos aparentemente amables y caballerosos. Sin embargo, notaba que sus conversaciones siempre eran acerca de él; solo alardeaba de sus posesiones materiales. Esto hizo que mis alarmas se activaran y..."

Imagina que terminaste hace algún tiempo (por fin) esa relación tóxica que tanto daño te hacía. De pronto, sin aviso alguno, te llega un mensaje de texto de tu ex diciendo que te extraña. Te toma por sorpresa y no sabes qué hacer. Sabes que no terminaron bien y sientes una terrible sensación en la boca del estómago. A eso, justamente, se le llama ‘hoovering’ o ‘técnica de la aspiradora’, y es un clásico de los perfiles con rasgos narcisistas.

El amor es una emoción muy fuerte, a veces tanto que llega incluso a ser cegadora y nos impide identificar ciertos comportamientos que, aunque en un principio bonitos, se convierten en manipulación, control y sometimiento, conductas que desde luego son tóxicas, por muy disfrazadas de devoción, amistad o romanticismo que puedan estar. Y de esto trata el bombardeo de amor o “Love Bombing”

Tu niño interior y tu sistema nervioso seguro estarán muy agradecido si le das ese padre que siempre has deseado tener. 

Puedes poner en Practica esta poderosa técnica de Sanacion para que comiences a sanar tus heridas de apego. 

Este recurso puede ser muy curativo para aquellas personas que han sufrido un trauma relacional. Las imágenes y la estimulación bilateral son una potente combinación para activar e integrar información que ya tenemos dentro y aplicarla ante una dificultad. Los traumas relacionales pueden ocurrir por abusos físicos y sexuales durante la infancia, desatención, pérdidas tempranas, traumas de nacimiento, falta de sintonía de los cuidadores, toxicomanía o alcoholismo de los padres.