Es fácil ver hacia atrás y, en retrospectiva, analizar todos los momentos en los que pudimos actuar diferente. Situaciones en las que “debimos” hacer más, ser más. 

Hoy conversamos con el reflejo del fin de año. Que nos recuerda que entre las metas que sentimos que no cumplimos, las dudas y “qué hubiese pasado si”, este año logramos aprender lecciones que nunca pudimos predecir en una lista de resoluciones. Y eso es suficiente.

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