El enojo vive en mí, todo lo que me lo refleja son barcos vacíos.

Hace unos días postee un cuento que me inspiró a grabarles este episodio.

En el cuento, un monje sale a meditar profudamente en una balsa en medio del lago cuando de repente siente el choque de otra embarcación que lo perturba.

Sin abrir los ojos el monje se molesta y su ira comienza a crecer hasta que finalmente abre los ojos y para su sorpresa, el barco que estaba chocando contra el suyo era una embarcación vacía, probablemente se habia soltado de su amarre en el muelle...

Es ahi donde el Monje realiza que la ira no la provoca nadie, sino que vive en el y se realiza.

la próxima vez que nos enojemos, lo importante es darnos cuenta que no es que alguien o algo me haga enojar o me haga sentir triste, sino que nosotros al sentir estas emociones incómodas las culpamos en el exterior porque no entendemos como hacernos responsables de ellas.

Aquí te doy unos tips de como hacerlo.

Espero lo disfrutes,

 

Namaste

Durga Stef