Hay muchas cosas que nos pasan en esta vida y que quisiéramos haber podido evitar; sin embargo, esto a veces no es posible. Toca entonces asumir la realidad para que, a partir de ahí, podamos iniciar un camino hacia la reparación o la adaptación, según proceda.  Vivir en un continuo "no lo acepto", cuando algo ya ha ocurrido, no sólo resulta inútil, sino que incrementa nuestro dolor. No se trata de que nos pase lo que sea y que no importe; se trata de que, importando lo que tenga que importar, se reconozca y acepte sus efectos, para luego hacer un balance de lo que ha sucedido y seguir con la propia vida en vez de quedarse en un estado de estancamiento.

Las relaciones humanas a veces no son sencillas o, mejor dicho, no siempre son como las imaginamos, especialmente cuando otra persona no se comporta como se supone que tendría que hacerlo.  Entonces estamos prestos para corregir el problema, tratando de hacer que el otro cambie y "corrija" lo que hace mal. La cuestión es que buscar que otra persona cambie resulta mucho más complicado que sólo decirlo. Aún así, ¿de verdad quieres hacer que otra persona cambie?  Bueno, si insistes, vamos juntos a conversar y veamos que conclusión sacas de esta charla. 

Y recuerden, siempre pueden encontrar la oportunidad de mejorar en mis talleres con mis amigos de www.encuentrohumano.com

Comenzamos (por fin) con la segunda temporada de mi podcast. En esta ocasión quiero hablar del saber rendirse. Rendirse no como signo de debilidad, sino como muestra de que somos capaces de poner límites a lo que sea que nos esté drenando la energía y alejándonos de nuestra vida misma. Rendirse a tiempo no para ir hacia atrás, sino para poder cambiar de camino hacia uno distinto, idealmente más favorable, que nos acerque a lo que realmente queremos encontrar, aunque no sea lo que dijimos anteriormente. ¿Por qué no poder rectificar cuando se siente que no es esto lo que queremos?

También los quiero invitar a mirar acá mis talleres, que ahora también imparto online, para encontrar una oportunidad de encontrar aquello que se está buscando.  www.encuentrohumano.com

Muchas cosas han sucedido en nuestra vida y algunas permanecen en el olvido del pasado, mientras que otras parecen que persisten en hacerse presentes haciendo que parezca casi imposible dejarlas atrás. ¿A qué es a lo que te aferras? ¿Qué recuerdos y sentimientos asaltan continuamente tu pensamiento y te disparan emociones como la culpa, el resentimiento o la vergüenza? Parece como si esos recuerdos algo necesitaran de nosotros y vuelven una y otra vez como fantasmas del pasado a inquietarnos. Aprovechando el cierre de año, vamos a recapitular todas las cosas que no has podido dejar atrás y algunas ideas que nos permitan por fin conseguirlo. 

A veces tenemos hábitos negativos, conductas inadecuadas o patrones de pensamiento que se interponen entre nosotros y nuestras metas o incluso necesidades.  Por un lado está el deseo o necesidad y por el otro algún miedo que jala en el sentido opuesto. ¿Por que las personas se autosabotean? ¿Es que les gusta sufrir o tiene que ver con algo enteramente distinto? En este episodio vamos a conversar precisamente acerca del autosabotaje y sus causas, pero también veremos algunos pasos iniciales que para algunos pueden servir de inspiración para ya salir de ahí. 

Y en esta segunda entrega del tema, hablaré de la mentalidad de abundancia. Algunos la confunden con una mentalidad orientada a la acumulación de riqueza y nada está más alejado de la realidad. La mentalidad de abundancia va mucho más allá, pues es una que busca lo que sea suficientemente bueno para uno mismo, en el presente y en el futuro, así como la generación de abundancia para que haya de esto mismos para todos. 

Vamos juntos a comprender adecuadamente este concepto y a tratar de averiguar cómo es posible desarrollar una mentalidad de esta naturaleza, si eso es lo que se quiere hacer. 

Todos tenemos una mente, pero la forma de usarla es lo que podríamos llamar nuestra mentalidad. Hay personas que aprendieron a orientarse más hacia lo que quieren y lo que tienen, esas serían las de mentalidad de abundancia. Otras en cambio, aprendieron a mirar lo que les hace falta, lo que no tienen o lo que temen perder; en este caso me refiero a las de mentalidad de escasez. En qué consiste una, en qué la otra y ¿hay algo que podamos hacer para cambiarla?  De eso vamos a hablar en este tema que lo trataré en dos partes.  En esta primera parte me voy a centrar en la mentalidad de escasez, para cerrar en el siguiente episodio con un panorama más favorecedor hablando de la mentalidad de abundancia. 

No exagero ni bromeo cuando digo que hoy me sentí inspirado para hablar con Ustedes acerca de la inspiración. Fue algo que surgió; así de pronto. La inspiración provoca emociones en cada uno de nosotros y también nos mueve a la acción, al compromiso con lo que nos es importante, pero muy especialmente a disfrutar en vez de sufrir con aquello que se emprende. A ti, ¿qué es lo que te hace sentir inspiración?