Aprender a celebrarte. A reconocer el esfuerzo que haces. Ser tú quien se apoya en medio de todo, quien se da cuenta de lo mucho que estás intentando y sentirte orgulloso de ti, no importa qué tan grande o pequeño sea el logro. 

Entender que, aunque es importante rodearse de personas que se alegren por las cosas buenas que te pasan y validen cómo te sientes, no eres menos cuando no cuentas con la aprobación de alguien más.

Hoy conversamos con nuestro corazón, que se ha encargado de aplaudir cada logro y de ser nuestro mayor fan, incluso cuando las dudas han intentado ahogar su voz.

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