En nuestros procesos de vida creemos que si negamos y reprimimos nuestros supuestos errores, dejamos atrás estas experiencias. El problema es que en lugar de quedarse en el olvido, se convierten en fantasmas listos para reaparecerse cuando menos queremos.   ¿Cómo podríamos honrar nuestras heridas tanto emocionales como físicas en lugar de reprimirlas?   Una propuesta es visitar estos espacios desde el agradecimiento y darnos cuenta que sin ellos no tendríamos los aprendizajes que nos han hecho crecer.   Sin estos pasos en nuestras vidas no evolucionamos y quedamos viviendo la realización que JAMAS pudimos haberlo hecho distinto.   En ese momento, con el estado anímico que teníamos y la información, nuestro alrededor, todo... eso fue lo mejor que pudimos hacer y la culpa y la verguenza no hacen que haya valido la pena vivirlos, pero si nos mantienen atoradas en un ciclo destructivo   Cuando nos rendimos a vivir nuestra historia desde la perfeccion de la evolucion no solo mia pero del mundo que me rodea , entiendo porque agradezco mi pasado y lo puedo honrar.   Espero lo disfruten   Namaste   Durga Stef