El Festival de Cannes abrió sus puertas a lo mejor del séptimo arte mundial, con 22 películas compitiendo por la Palma de Oro y en presencia de estrellas, críticos y un público fiel al mejor cine de autor, pero también con una borrasca de rumores sobre violencias sexuales en el cine francés.

Una vez más, la ciudad de Cannes se transformó en un mini-Hollywood a orillas del mar Mediterráneo, un lugar donde comulgan destacados directores, artistas, críticos de cine y un público desatado que se agolpa cada noche frente al Palacio de los festivales.

El glamuroso desfile se inauguró este año con Meryl Streep, la invitada de honor de la gala de apertura. Su elegancia y sonrisa legendarias brillaron sobre la alfombra roja y sobre el escenario al recibir una Palma de oro de honor, de la mano de la actriz Juliette Binoche.

Streep fue también la primera de una lluvia de estrellas esperadas en Cannes. En la competencia este año, Francis Ford Coppola, auténtica leyenda del cine, quien presenta su faraónica Megalópolis, con Adam Driver y Forest Whitaker. 

Cannes será un territorio de denuncia con las producciones más recientes del ucraniano Sergei Loznitsa o el disidente ruso Kirill Serebrennikov. 

Lluvia de estrellas

El apuesto Kevin Costner, y los no menos agraciados Anya Taylor Joy y Chris Hemsworth se cuentan en esta edición de alto voltaje en la exclusiva Croisette. 

También en liza por la Palma de Oro, está el brasileño y único representante de América Latina, Karim Aïnouz con Motel Destino, aunque el francés Jacques Audiard trae a Cannes la realidad del narcotráfico en México con su película Emilia Pérez.

David Cronenberg, Paolo Sorrentino, Alí Abbasi, y el griego Yorgos Lanthimos son algunos de los directores que intentaran seducir al jurado.

Este año el festival de Cannes ha escogido a dos jóvenes cineastas para liderar los jurados de sus competencias. La estadounidense Greta Gerwig es la presidenta del jurado de la Competencia y el canadiense Xavier Dolan toma las riendas de Una cierta mirada. 

#MeToo francés

El glamur típico de Cannes se vio empañado este año por rumores sobre una nueva ola MeToo à la francesa y de una lista de presuntos agresores sexuales en el cine francés.

Aunque los rumores fueron desmentidos, diversas acusaciones de violencias sexistas y sexuales contra Gerard Depardieu, directores de cine, productores y artistas instalaron un ambiente de polémica.

"El Festival de Cannes es una caja de resonancia. El tema está ahora en todas partes. La prensa se ha hecho eco del asunto, ha habido un terremoto en el microcosmos del cine", explica Lahoucine Grimich, del colectivo 50/50 que lucha contra las violencias sexuales y sexistas.

Cinta argentina y una nueva competencia

Durante estos doce días de festival se presentan otras tres grandes secciones paralelas que son la Quincena de los cineastas, el ACID de cine independiente y la Semana de la Crítica, dedicada a primeras o segundas películas.

Esta última debutó con la proyección de la cinta argentina “Simón de la montaña” de Federico Luis. 

Además, por primera vez, el Festival de Cannes organizó una competencia dedicada realidad virtual. Ocho obras componen esta competencia inmersiva, siete años después de se presentara en selección oficial el proyecto Carne y Arena de Alejandro González Iñárritu.

"Es un reconocimiento de la industria a este tipo de proyectos. A largo plazo, queremos seguir presentando nuevas formas de arte", dijo Elie Levasseur, director de la Competencia Inmersiva.